6.8.06

La locura

Es tarde ya y las luces de las casas vecinas se han apagado, el murmullo de la ciudad cercana es cada vez menos perceptible, hay menos automóviles cruzando la carretera que enfrenta mi ventana… se acerca la medianoche y cuando ya ha pasado el ultimo autobús de la jornada, me doy cuenta que es hora, mi hora, la hora de vivir mi esencia, brisa marina pura, un par de lunas de sesenta minutos antes de encontrarme en los brazos infinitos de Morfeo, en el atrio de la nubes en el que seguiré toda la noche, poemando.

Cierro la puerta del cuarto y el ambiente artístico y enrarecido por el humo azul me envuelve en un éxtasis, que aunque se perpetúa y se repite, es distinto en cada vela, en cada aroma, en cada respiro del alma…

Es un fenómeno extraño, y es que… aquí estoy yo y esta es mi vida, tengo todo lo que necesito aquí… mis propias palabras han decorado las paredes, como un tapiz de afiches y avisos tomados de allá y de acá… de mí… de este mundo mío que sólo yo entiendo…

Estoy completa y soy feliz, tengo todo: mi alma, mi papel y mi pluma, mi humo, mi musa, mi yo y mi vos… fuera de mí noche no se qué pasa… el mundo… puede que empiece a girar al revés y que empiece a caerse en pedacitos sobre la negra manta del cosmos, si no es que más allá… ¡y no me enteraría!

No me importa si al abrir la puerta el mundo me recibe con mala cara, porque le estorba mi ropa, mi pelo o mis amigos, no es problema… pobres todos aquellos que se preocupan por mí, sin saber que no pueden cambiarme y que pierden la oportunidad de crecer ellos mismos, y talvez aprender algo de mi o de otros… ¡No me importa!

No me afecta si en la calle me dicen que soy poco común, no alineada o del todo no estructurada… eso soy y me siento orgullosa, me he esforzado para alcanzarlo, soy una bicha-rara, una loca que critica al mundo con los ojos de quien más lo ama y que aunque a veces no quiera, tiene que compartirlo con los cuerdos… los iguales… los masivos

Locos… todos los cantantes, los poetas, los actores, los pianistas, los pintores, los revoltosos, los concientes… ¡Locos! Todos aquellos que hacen la noche y cierran la puerta, y se quedan solos, adentro del hueco del alma, despiertos como nunca…

¡Sí! Eso es la locura, no quedarse con todos en el escándalo del caos, aislarse, quedarse con uno mismo… Esa locura, la misma que entiende que este mundo es una mierda, pero cree que puede cambiarlo, empieza adentro hacia fuera, del alma a las manos, al aire y luego al mundo, para que otros lo respiren…

Si eso es estar loco…entonces… ¿Qué esperamos? ¡Que viva la locura!

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