24.8.06

Agotamiento

¿Sabés? Se me gastaron las palabras, los susurros y los suspiros…

Se me agotó la calma y la paciencia, el dolor ya no me cabe en el pecho.

Se me quedan cortas las líneas ante la ausencia de respuestas, el mundo me asfixia y me agobia…

La desesperación me invade al ver la soledad y el hambre que me rodea, aún no logro entenderlo... ¿Es este el producto de la humanidad?

Se me pierde la utopía, esa que tanto espero.

Se me pierde la sonrisa y la esperanza entre las luces de la ciudad saturada y en medio de todo, me topo con un cuerpo que no sabe dónde cabe, o de dónde viene, pero que a pesar del dolor, sabe adonde va...

Persigo el mundo donde el sol se esconde en el sur, donde la luz que alumbra cada mañana es roja y obrera.

Este cuerpo (sólo mío por decisión y en función de la causa por convicción apasionada) camina de frente sin detenerse, con un mundo mejor en la mente.

Mis pasos ven atrás para entender lo que me pasa, lo que me rodea, lo que me define y me construye el espacio en el que existo, en el que simplemente soy, en el que peleo por que mis manos dejen de producir riqueza para otros y reinvindico mi derecho a ser humana, a que mi trabajo valga lo que cuesta.

Estas, mis manos. Sólo mías.

Estos, mis puños. Sólo míos.

Esta, mi voz. Sólo mía.

Estos, mis gritos. Sólo míos.

Esta, mi lucha… No es sólo mía.

Es de todas y todos los que producimos bienestar al mundo y no somos dueños de nada, de todas y todos aquellos que en la práctica no somos siquiera, dueños de nosotros mismos.

La explotación de nuestras fuerzas y nuestros recursos es la constante para todas y todos los que no heredamos una cuna de oro y una suma millonaria, nosotras y nosotros que no heredamos siervos a quienes robarles el fruto de sus manos.

Nosotras y nosotros, a quienes la historia les ha encomendado la labor de luchar, de organizarse y pelear como uno sólo para finalmente, vencer a quienes nos roban, hasta las ganas de soñar.

Esta es mi lucha y la de quienes, se hayan dado cuenta o no, son esclavos de aquellos cuyos padres sí tuvieron algo que escribir en su testamento, algo que consiguieron por medio del sudor de los nuestros.

Y esta victoria será de todas aquellas manos, puños, piernas y gritos que se atrevan a romper el orden, de quienes marcharán -no desfilarán- por construir un futuro, un mañana donde despertar no duela, donde la salud, la recreación y la calidad de vida sean derechos y no lujos, donde podremos construir y decidir.

Cuando hayamos escrito la historia…

¡Nuestra historia!

Esta pasión que me alumbra el camino cada mañana y que me incendia los gritos que se hacen arcoiris de sueños en las paredes.

Esta lucha que me nerva la sangre y que me asfixia la calma.

Esta lucha que me despierta y me moviliza, que me levanta y me hace gritar.

Esta lucha por construir un mundo socialista es, simplemente, la batalla por ser verdaderamente libre y humana.

por heredarte un sueño materializado, una vcictoria que continuar, porque podás trabajar sin que te roben, sin que tu trabajo alimente a los hijos e hijas de otro u otra que no hace nada para ganarlo.

Porque tengas consciencia de quién sos, de dónde venís, de dónde salió todo lo que tenés y porque sigás peleando por no perderlo.

Por un mundo donde el "yo" deje de existir y prime el "nosotros y nosotras", términos poco comunes hasta hoy.

Peleo proque tengo esperanza de poder heredarte algo, Emiliano, eso es todo.

¡Quiero heredarte un mundo más justo y más real!

¡Quiero heredarte un lugar en el que podás ser vos, simplemente vos, verdaderamente libre y humano!


3 comentarios:

LAbarta dijo...

di, fuerza valen, yo se de sobra q podes

Unknown dijo...

Estás?

Valen dijo...

Creo que estoy...